En hoteles.com ponĂa que estaba a 9,1 km del Puerto de San Isidro y en realidad estaba a 63 km por una carretera terrible (una hora y veinte de camino). Hay que dejar el coche a unos 100 metros de la casa y llevar el equipaje por un sendero lleno de tierra y piedras; y sin una sola luz. Llegamos a las 23.30h y la casa estaba totalmente cerrada (segĂșn la web hay servicio de recepciĂłn hasta las 00.00h); los Ășnicos que nos recibieron fueron los tres mastines que estĂĄn sueltos en el jardĂn (pacĂficos y cariñosos, eso sĂ). Finalmente, despuĂ©s de mucho esfuerzo (ya que no hay cobertura para poder llamar y la casa no tiene timbre); conseguimos que nos abrieran. La atenciĂłn recibida por parte del dueño fue NEFASTA, siendo desagradable y muy maleducado, especialmente en el check-out (debemos añadir que prescindimos del desayuno, pues este no comenzaba hasta las 9.00, y teniendo en cuenta la distancia real a San Isidro, se hacĂa muy tarde). Por si fuera poco, sĂłlo habĂa un juego de toallas y Ă©ramos dos personas. ConclusiĂłn: no volverĂa en la vida, unas instalaciones incĂłmodas y la peor atenciĂłn que se puede recibir.