La señorita que me recibió muy poco amable y con cara de fastidio. Me pidió que le dijera a mi hijo que no anduviera corriendo por los pasillos y tocando puertas y nosotros apenas íbamos llegando, mi hijo de 13 años obviamente ya no hace eso y estábamos solo el y yo. Toda la noche de hecho y muy temprano en la mañana, un montón de niños pequeños corriendo por los pasillos y haciendo ruido, usando el gimnasio sin vigilancia.