En general todo bien, destacar la amabilidad de los trabajadores. Limpio y ordenado. La comida tipo bufet la típica de la mayoría de los hoteles, destacar que siempre había comida a la plancha recién hecha, tanto para los desayunos como para el resto de comidas. Las camas amplias, dos de 1.35, muy cómodas, así como las almohadas. Lo único que no me gustó fue la piscina, algo pequeña para el tamaño del hotel. Volvería