El señor Antonio y su husky Pach siempre nos recibieron con un amabilidad en las instalaciones del hotel; el señor Antonio nos dio muy buenas recomendaciones para platillo típicos por probar, lugares para comer y actividades por hacer.
La habitación que nos tocó fue muy acogedora, siempre hubo agua caliente (aunque no fue muy necesaria por el clima caluroso de Tepoztlán) y la cama estuvo muy cómoda.
El hotel está a un par de calles del zócalo de Tepoztlán a pie, si vas con auto, es mejor dejarlo en resguardo en el hotel y moverse a pie; hay muchas cosas a poca distancia para recorrer.
Sin duda volvería a este hotel.