Altamente recomdable, un lugar precioso, seguro, los desayunos estilo campirano, sumamente deliciosos, la gente encargada son un amor, muy amables. Tuvimos una estancia deliciosa, la "Casa Grande" es un lujo, fuimos 4 adultos, 1 menor y 1 adulto mayor, todo precioso.
Y de seguridad, totalmente tranquilo todo. Muy seguro. El lugar es silencioso y calmado.
Solo como referencia, tiene su entrada en una callecita de terraceria, pero es un detalle minimo.
El lugar es sumamente hermoso, el desayuno realmente generoso y campirano, con tortillas hechas a mano .
Todo precioso para quien nos gusta lo rústico, la comodidad, el silencio. ⭐⭐⭐⭐⭐