Hotel ubicado a unos 20 minutos del centro de Zaragoza. Ideal para una escapada con precios razonables, limpio, confortable y cómodo. Solo tiene dos pequeños inconvenientes que quizá no afecten a todos los clientes. El primero es que el check-in debe realizarse antes de las 23:30 horas, aunque supongo que avisando podrán esperar. El segundo es que la habitación que ocupamos, en la primera planta, era algo ruidosa. Ninguno de estos dos peros son importantes y no son un handicap para poder elegir este establecimiento por encima de otros. Entre los elementos positivos destacaría el desayuno en el restaurante/cafetería ubicado en la planta baja del hotel. No dispone de bufé ni de su precio, normalmente elevado, y puedes pedir lo mismo que en cualquier otro sitio a un precio normal sin gastarte más de 3 €.