Desde que entre al riad fue una odisea, nos acompaño una persona local para guiarnos al sitio y cuando llegamos nos exigia el pago. El "recepcionista" del riad se puso a hablar con el y empezaron a reirse de nosotros mientras nos señalaban, hasta que no pagamos no cerró la puerta.
Acto seguido el "recepcionista" nos dijo que le pagasemos, no aceptaba tarjeta asi que menos mal que teniamos efectivo.
La situaciĂłn era bastante incomoda por todo lo vivido, pero la cosa fue a peor cuando nos preguntĂł el "recepcionista" que cuando ibamos a desayunar le dijimos que le diriamos en 30 minutos y nos dijo que lo tenia que saber ya (algo que no entiendo porque desayunamos unos cachos de pan duros y un croissant)
Tampoco habia gel ni champoo en la habitaciĂłn, le preguntamos si podia darnos y nos dijo que al dia siguiente...algo sorprendente porque nosotros (gracias a dios) ibamos a estar solo una noche de modo que era inutil. Tuvimos que ir a comprar.
El wifi iba a patadas
El riad estaba bien (si bien habrĂa que retocar algunas cositas), al cesar lo que es del cesar, pero nos sentimos maltratados y niguneados.
No volverĂa ni de broma